¿Duermes mal? ¿Tienes sueño durante el día? Lee esto y empieza a preocuparte por tu salud

Tras leer una interesante entrada en World Economic Forum (WEF) analizando una posible relación entre déficit de sueño y Alzheimer, aprovecho para realizar una entrada del blog sobre uno de los 3 pilares para una vida sana: el descanso.

Cuando hablamos de la importancia del descanso, no es algo trivial. Respetar los ritmos circadianos es algo más importante de lo que parece. Hay evidencia científica de que alteraciones sistemáticas de los ritmos circadianos predisponen al cáncer (estudio) o que pueden provocar daño metabólico o cardiovascular (estudio) entre otros muchos problemas. La evidencia científica empieza a ser abrumadora.

Con respecto al Alzheimer, por comentarlo de manera muy sencilla, sabemos que ciertas placas de proteina beta-amiloide se acumulan en el cerebro e interfieren en el correcto funcionamiento neuronal ocasionando interferencias que provocan las perdidas cognitivas. Es mucho más complejo, pero por explicarlo de manera simple.

Los estudios, por tanto, se están centrando en eliminar estas placas una vez se han formado, y también en conocer los mecanismos de formación de dichas placas de proteina.

Con respecto a las causas de la formación de placas, tal y como se habla en el artículo, podría existir una relación con los problemas de sueño, siendo por tanto éstos un potencial predictor de futuros problemas de Alzheimer. Incluye problemas de patrones de sueño, despertarse por las noches, no descansar y somnolencia diurna. Hay estudios que demuestran picos de proteina incluso despertando una sola noche a un individuo.

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Queda por determinar si es la enfermedad lo que causa los problemas en el sueño, o son los problemas en el sueño los que causan la enfermedad. Por si acaso, y mientras tanto siguen realizando estudios, no está de más aplicar principios de lógica y respetar algunas reglas para equilibrar nuestros ritmos circadianos, como evitar exposiciones a pantallas antes de ir a dormir, utilizar bloqueadores de luz cuando sea necesario, respetar tiempos de comidas y no atiborrarse a media noche, etc.

Con respecto a la eliminación de las posibles placas, si fuera el caso, yo por mi parte estoy consumiendo a diario aceite de coco (estudio) y realizando ayunos intermitentes de manera rutinaria (estudio). Esto en conjunto con intentar mejorar los patrones de sueño y haciéndolo con algún periodo de cetósis (estudio) puede ser interesante si tienes problemas de descanso.

Si tienes problemas de sueño que no son derivados de apneas o similar, te recomiendo  acudir al médico con estos estudios en la mano en búsqueda de información. El uso de pulseras biométricas para medir la cantidad y calidad del sueño puede ser de ayuda de cara a tomar una decisión en uno u otro sentido.

Aunque no soy experto médico, me ha parecido interesante compartirlo con vosotros y animaros a realizar mejoras a nivel de salud en vuestras vidas. Espero vuestros comentarios.

 

 

Salud y economía. El coste de oportunidad.

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Debido a mi formación (Licenciado en Administración y Dirección de Empresas) normalmente suelo aplicar a otras áreas de manera lateral aquellos conceptos que me resultaron de especial interés durante mi formación académica. Esto no siempre es posible, pero cuando lo es, pueden surgir razonamientos de interés.

Un buen ejemplo de ello es lo que se conoce como coste de oportunidad. Se refiere a aquello de lo que un agente se priva o renuncia cuando hace una elección o toma una decisión.

En economía, el coste de oportunidad o coste alternativo designa el coste de la inversión de los recursos disponibles a costa de la mejor inversión alternativa disponible, o también el valor de la mejor opción no realizada. El término fue acuñado por Friedrich von Wieser en su Theorie der gesellschaftlichen Wirtschaft (Teoría de la economía social, 1914).

Esto se puede explicar de manera fácil con un ejemplo. Si has de hacer un viaje de 1000 kilómetros y no sabes si ir en tren o avión. Si vas en avión, tendrá un coste de 300 euros, pero tardarás 3 horas en total. Si vas en tren, el coste es 100 euros pero necesitarás 8 horas. El coste de oportunidad se podría medir en dinero (si voy en tren tengo 200 euros para gastar en el destino) o en tiempo (si elijo ir en avión, puedo hacer turismo esa misma mañana). Obviamente, la elección va a depender de factores externos como renta disponible o tiempo disponible. No es lo mismo ir una semana de vacaciones que un fin de semana.

Otros ejemplos podrían ser tomar una elección con respecto a si trabajar o estudiar, si estudiar un máster o no, si alquilar o comprar, si comprar un coche o no… Como veis, este concepto se puede aplicar a múltiples situaciones en nuestra vida. Conocerlo nos permitirá evaluar mejor las posibles opciones alternativas que pueden surgir ante una decisión, estratégica o no. En el ejemplo que os he puesto, otras alternativas no evaluadas podrían ser ir en coche, en coche compartido, en autobús, etc.

Y os preguntaréis, ¿esto se puede aplicar a temas de salud? Pues por supuesto que sí. Pocas cosas hay más multifactoriales que la salud, y pocas en las que la toma de decisiones sea tan importante. ¿Voy al gimnasio o no? ¿Pizza o ensalada? ¿Natillas o fruta? ¿Ceno o no?

Vamos a abordar el tema atacando los 3 pilares básicos de la filosofía Metabolevo: dieta, ejercicio y descanso.

Alimentación.

El coste de oportunidad en este caso se basa en la mejor de las elecciones que no realizamos. Uno de los problemas de la comida basura es el desplazamiento de comida real. Esto es, si comemos procesados no nos queda espacio ni ganas para comer la comida real que nos va a aportar las necesidades básicas de micronutrientes. Y esta carencia de micronutrientes básicos va a provocar desequilibrios internos que se pueden manifestar interna o externamente. No vamos a funcionar de manera óptima. Y quizás más hambre, ya que el organismo va a pedir cubrir esas necesidades. Y esa hambre va a traer más procesados, y más carencias.

Si fuéramos una empresa o negocio, para funcionar de manera óptima deberíamos ser muy eficientes en la toma de decisiones. En este caso, me parece muy importante la planificación. Poder definir de antemano qué vamos a comer y en qué proporciones, sin dejar hueco a la improvisación, es clave para poder funcionar mejor y ser más eficientes. Utilizar algún planificador puede ser una excelente idea. Pocas empresas o personas de éxito improvisan. Y es mejor imitar a personas o empresas de éxito, especialmente en planificación operativa a corto plazo. Esto me lleva a otro de los conceptos que trataremos en futuras entradas, el benchmarking.

Hay que pensar que la comida rápida y procesada está diseñada para ser muy eficiente en tiempo. Se puede almacenar largos periodos y consumir rápidamente. La industria alimentaria conoce nuestras limitaciones y necesidades, y aporta productos que incrementan nuestra utilidad en situaciones de escasez de tiempo o simplemente por comodidad de consumo y transporte o pura pereza.

Empoderarnos en ese sentido, con una buena planificación y siendo conocedores de múltiples alternativas saludables nos va a permitir disponer de una interesante batería de opciones para minimizar el coste de oportunidad negativo. Es mejor fruta que galletas, frutos secos que golosinas o chocolate negro que blanco. Siendo consciente de estas premisas, las mejoras a nivel de salud van a llegar a corto, medio y sobretodo largo plazo. Pero sobretodo vamos a ser conscientes de las estrategias de las empresas no saludables y qué nos quieren decir con sus mensajes. El conocimiento es una armadura, y en este caso a las amenazas externas hay que añadir las debilidades internas, por lo que el riesgo resultante aumenta. A más riesgo, más recursos. Otro concepto a desarrollar en futuras entradas.

La planificación es importante. Os recomiendo por un lado tener una lista de alimentos básicos a consumir (por ejemplo, 3 raciones de carne roja, 3 de pescado azul, 1 de órganos, etc.) e ir añadiendo y tachando en el organigrama para asegurar que no nos dejamos nada importante. Al acabar la planificación, podemos imaginarnos una gran mesa delante de la pared donde acumulamos todo lo que ingeriremos durante esa semana. Procura que tus desayunos no sean algo así:

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Otro momento importante para poder planificar es la compra. Tanto porque no falte nada importante, como porque no entre nada prescindible. Si has de salir a comer porquería siempre te va a resultar más difícil “pecar”. Barreras de entrada a la comida basura, siempre.

Dicho esto, recomiendo reservar espacio para alguna comida “trampa” que por un lado nos va a permitir un pequeño respiro para coger fuerzas, y por otro nos va a permitir no perder adherencia a aquello que no es tan bueno. Puede ser incluso beneficioso. Aplicar el Principio de Pareto puede tener sentido en este caso. Hay que tener en cuenta que la fuerza de voluntad es limitada, y la que liberemos la podremos dedicar a las otras áreas (descanso, ejercicio, ocio, etc.)

En resumen, saber qué comemos, cuando lo comemos y por qué lo comemos, y de manera planificada, nos va a permitir evitar “sorpresas” o amenazas que empeoren nuestro estado de salud a corto o largo plazo. Es nuestra decisión elegir una dieta saludable para ser más eficientes en el día a día, y para ello hay que plantearse siempre el coste de oportunidad de dichas pequeñas decisiones.

Ejercicio.

Una vez cubierto el principal pilar (alimentación), el segundo pilar a cubrir sería el descanso. En teoría, no es necesario un programa realmente agresivo para notar mejoras a nivel de salud, especialmente si tenemos cubierto el primer pilar. Simplemente aumentar la distancia diaria que caminamos puede servir, al menos inicialmente. Un estudio recomendaba 12.000 pasos diarios en niños. Lo ideal podría ser realizar al menos 13.500 pasos al día en adultos. Y distribuidos durante la jornada, esto es, no andarlos por la mañana y sentarnos 14 horas.

Para medirlos recomiendo alguna pulsera de actividad, tipo Fitbit, Iphone, etc. Si no os queréis gastar mucho dinero, a mí me funciona muy bien la Mi Band-2. Por poco más de 20 euros tienes un medidor de sueño y actividad la mar de interesante.

Lo ideal sería complementarlo con alguna actividad física de mayor intensidad. Y recomiendo empezar por actividades de fuerza (“pesas” o actividades en que levantas tu propio peso). El objetivo ha de ser mejorar la relación músculo grasa (elevando el metabolismo) y por otra parte incrementar el flujo calorías ingeridas – quemadas, elevado el punto de equilibrio. Nos va a permitir comer más, y como comeremos mejor, disponer de más variedad de micronutrientes.

El coste de oportunidad de no hacer ejercicio es claro, ¿no? No ir al gym y tomar una cervecita, no salir a caminar y ver una serie en Netflix, coger el ascensor en vez de subir por las escaleras… Esto es malo a largo plazo porque el cuerpo se acostumbra y acomoda. Como me dijo hace poco un experimentado señor, hay que salir de la zona de confort varias veces al día, pero cada día.

Descanso.

Hay mucho escrito con respecto a los beneficios del descanso. La sincronización de ritmos circadianos, tan comentada últimamente, y de la que muchos lectores de este blog ya deben tener conocimiento. Dormir es bueno, pero la opción alternativa, no dormir, es devastadora.

Es fácil de nuevo evaluar el coste de oportunidad… Una partida más y me acuesto. Una entrada más y me acuesto. Ese chat que nunca acaba… y acabas durmiendo 4 horas al día y yendo a dormir más alterado de lo recomendable.

Reservar 7-8 horas diarias al descanso, y llegar al descanso de forma planificada, sin excitaciones en las horas previas, es clave para poder rendir mejor. Toda máquina necesita mantenimiento, y en nuestro caso, uno de ellos es el descanso. Si somos eficientes en el día a día vamos a liberar tiempo para descansar, y vamos a ser más eficientes al día siguiente. Espiral positiva.

Para medir el sueño, una pulsera de actividad tipo Mi band-2 como os decía, es una buena herramienta. Los resultados son aproximados, pero se pueden establecer tendencias. Además, me permite despertarme de manera suave mediante vibración en la muñeca, evitando sobresaltos. De esta forma, no liberamos cortisol antes de tiempo.

Conclusión.

Somos esclavos de nuestras decisiones, y cuanto mejor conozcamos las alternativas posibles y sus consecuencias, más eficientes vamos a ser a nivel de salud. Actuar sobre los 3 pilares es necesario, pero también distribuir nuestra fuerza de voluntad de manera que podamos cubrir aquellos aspectos que son importantes. En el fondo, se retroalimentan. Mejor alimentación nos va a dar más salud y energía para hacer ejercicio, y vamos a descansar mejor. No es difícil, ¿no?

 

 

Mejorar la calidad de vida. La navaja de Ockham.

Hay muchas maneras de plantearnos qué podemos hacer mejor y qué peor cuando nos referimos a nutrición y salud. Pienso que nutrición y salud van de la mano. Por una parte, recibimos una serie de cartas (nuestra genética) que van a marcar nuestra predisposición en muchos sentidos a nivel de salud. Pero por otra, si somos buenos jugadores (moldeamos nuestra genética y realizamos adaptaciones favorables a nuestro estilo de vida teniéndola en cuenta) podemos alargar la partida, y llegar hasta el final con buenas cartas.

Hay casos de tener una buena mano inicial y fastidiar la partida, y otros de ganar con unas malas cartas de inicio. Es más difícil lo segundo, pero ambos deberán mantener la atención durante toda la partida.

Conozco casos de gente con teórica buena genética con determinados problemas de salud que han desarrollado enfermedades de la civilización (ictus, infarto, aterosclerosis, diabetes tipo II, obesidad, cáncer, hipertensión, etc.)

Vamos a considerar que tenemos una mano ciega. Esto es, no podemos ver las cartas. Jugamos en base a nuestra experiencia. Hoy en día ya es posible analizar nuestros genes y detectar algunas predisposiciones y resistencias, intentando explicar por qué nos ocurren ciertas cosas. Pero no es algo extendido ni barato por el momento. Así que vamos a ir al peor caso, que siempre se podrá mejorar.

A la hora de analizar qué estamos haciendo bien y qué estamos haciendo mal, lo podemos reducir a 3 niveles. Esta es una primera aplicación de la Navaja de Ockham. Pero, ¿esto qué quiere decir?

Entre los conceptos que me interesan y se pueden aplicar a múltiples áreas, uno es la Navaja de Ockham. También conocido como principio de parsimonia, se debe a Guillermo de Ockham, un fraile franciscano inglés del S.XIV. Oriundo de Ockham, expuso que:

“Pluralitas non est ponenda sine neccesitate” (la pluralidad no se debe postular sin necesidad).

“Entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem”, o lo que es lo mismo: las entidades no deben multiplicarse sin necesidad.

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Con el tiempo ha derivado en que es mejor aceptar la hipótesis más simple como verdadera, ya que presentará menos supuestos no probados. La explicación más sencilla seguramente sea la más correcta. Y eliminar todo lo que hace ruido hará más sencillo el análisis de una situación.

Albert Einstein lo adaptó a su manera: “Todo se debe hacer tan simple como sea posible, pero no más simple”.

Los factores que inciden en nuestro estado de salud son múltiples y con interconexiones entre ellos. Como sería imposible analizarlos todos, vamos a reducirlos como decía a 3 niveles: dieta, actividad física y descanso. Esta sería una primera aplicación de la Navaja de Ockham.

En esta entrada empezaré hablando de la Dieta, dejando para más adelante los otros dos factores a tener en cuenta tras la simplificación:

Para mí es el más importante, aunque debe ser complementado y reforzado por los otros dos. De nuevo, son muchos los factores que inciden en que una dieta sea saludable y tenga efectos positivos en nuestro organismo, por la vía de mejorar el estado de salud y mantenerlo, mejorar las digestiones, mejorar el entorno hormonal, no crear el ambiente necesario para facilitar enfermedades, mantenernos en un estado activo y descansado, fomentar una microbiota sana que impida determinadas enfermedades y sea protectora, etc.

La mejor manera de actuar sobre todos estos factores es comer comida real. A partir de aquí y de la experiencia, se puede variar la composición de la dieta en busca de una mejora física y de salud, una mejor microbiota y una mejora a nivel metabólico y hormonal. Ya veremos cómo más adelante.

Comer comida real

Nuestro organismo lleva millones de años procesando una serie de tipos de comida y nuestros genes están perfectamente adaptados a ellos. Casi me atrevería a hacer un giro copernicano y decir que somos lo que somos gracias a lo que comimos. Por tanto, dejar de comer lo que nos ha hecho ser lo que somos no parece ser muy inteligente.

Nuestros genes cambian lentamente y, aunque ese proceso ha comenzado, es muy difícil que las adaptaciones realizadas sean suficientes para asimilar con garantías la comida procesada y especialmente la ultraprocesada. Si tras leer el enlace quedan dudas, hay que saber que también hay procesados saludables.

Por otra parte, como comentamos en otra entrada anterior, en poblaciones remotas que mantienen estilos de vida de cazador-recolector la prevalencia de enfermedades de la civilización es baja. Y, por ejemplo, tienen una magnífica dentadura. Y la introducción de la dieta occidental en este tipo de poblaciones es un desastre a nivel de salud, como por ejemplo en Nauru, el país con la mayor tasa de diabéticos tipo II del mundo.

Pensemos en micronutrientes y no en macronutrientes, pensemos en maximizar cada ingesta de comida a nivel de micronutrientes y pensemos que cada vez que comemos comida procesada estamos perdiendo una oportunidad de comer sano. No solo no logramos un beneficio sino que ampliamos la brecha perjudicando nuestra salud. Es lo que se conoce en economía con el concepto de coste de oportunidad. Por hacer un símil, es como si en baloncesto fallas un triple y en el contraataque el rival suma un triple. El coste real son 3 puntos en contra, el teórico son 6, los 3 fallados por una mala elección y los 3 sumados como consecuencia del rival.

En resumen, aplicando la Navaja de Ockham, podemos eliminar la comida procesada y ultraprocesada y aceptar la hipótesis simple de que la comida que nos ha hecho ser lo que somos es la que menos problemas va a presentar y, por tanto, nos va a proporcionar un mejor estado de salud física y mental que es la base para poder desarrollar y mejorar nuestro rendimiento y nuestras competencias.

En futuras entradas hablaremos del descanso y la actividad física como complemento a la dieta para la mejora del desempeño.

Gracias por leer hasta aquí y espero os haya gustado.

Metabolevo. Origen. Introducción

business-idea-1240825_960_720Voy a pasar a exponer la filosofía que entiendo va a ser la base de Metabolevo. En los próximos días iré ampliando conceptos en cada uno de los puntos hasta completar toda la fase de introducción. Con posterioridad, haré entradas para ampliar aquellos temas que susciten más inquietud, o aquellos artículos científicos que puedan ser de interés para los lectores del Blog.

Me gustaría que fuera algo dinámico, pero también sobre una base. Dicha base, los cimientos del blog, es lo que me permitirá ir exponiendo los temas de manera, espero, ordenada.

He divido los campos de actuación en 4 áreas. Quiero que se realice este ejercicio de división, ya que nos va a ser más fácil asimilar la información. Cada uno le va a dar una importancia mayor o menor a cada área, pero deberemos actuar sobre todas ellas para lograr un impacto final satisfactorio. Simplemente ser consciente de esos 4 puntos actuación sobre los que queremos influir, nos puede ayudar a mejorar. Estos puntos, tal y como los entiendo, son:

  • Vida Personal.
  • Vida Laboral.
  • Vida Familiar.
  • Vida Social.

La filosofía que propongo es crecer personalmente (Alimentación – Actividad Física – Mentalidad). De esta manera, vamos a influir de manera positiva en las otras 3 áreas. Al crecer nosotros mismos, vamos a crecer laboralmente, familiarmente y socialmente. Vamos a ser agentes del cambio, influencias positivas. Vamos a liderar mejoras en nuestro entorno. Y vamos a intentar hacerlo de manera ética y respetuosa.

Aplicar mejoras en tu vida personal es útil, y ciertamente vas a sentirte mejor y mejorar tu entorno. Pero implicar a otras personas en esto puede crear sinergias y mejorar tu vida laboral, familiar y social. Liderar mejoras, mejorar vidas. Para quien quiera recibir esa ayuda, claro.

Esto no es fácil. En primer lugar recibiremos mensajes de burla, después de ataque y después de aceptación. Ser fuerte en esta travesía y tener las ideas claras es lo que nos permitirá seguir avanzando. Lo que importa es el camino y no el destino, pero también es cierto que no hay viento favorable para quien no sabe a dónde va. Fijar metas realistas y medibles nos puede ayudar en este sentido. Quiero perder peso, pero cuánto. Quiero estar saludable, pero cómo. Quiero ayudar a mi familia, pero cómo. Quiero mejorar mis relaciones sociales, pero cómo.

Para mí el objetivo final es mejorar mi calidad de vida, mi estado de salud. La mejora física es una consecuencia y un reflejo del buen estado de salud. Y transmitir esa sensación al resto de la gente. Cuando veo un speaker, un orador, transmitiendo mensajes de motivación con un físico desastroso, mal cuidada presencia física y claramente movido por el azúcar del desayuno, pues yo, no me lo creo. A esto me refiero. Entender la vida como un todo, y lograr un grado aceptable de excelencia en cada apartado, dentro de un marco ambiental saludable.

Espero os interese y algo de lo expuesto pueda ser de aplicación. Gracias por leer hasta aquí. Ahora empieza la acción.

 

Metabolevo. Parte IV. El origen.

A finales de 2016 mi peso era de 83,2 Kgs. A finales de Junio de 2017, de 72,9 Kgs., mejorando parámetros de grasa acumulada y sobretodo sensaciones. Y comiendo más que nunca. ¿Cómo es esto posible?

Siempre tuve el vientre inflado. Cuando el perro (de unos 3 Kgs) se apoyaba en mi barriga, sentía un fuerte dolor. Si recibía un golpe era algo horroroso, no me podía ni palpar el vientre. Esto no es un estado natural del cuerpo. Es un síntoma. Una inflamación de bajo grado.

Mi piel presentaba múltiples eczemas. Pequeñas marcas rojizas en algunas zonas (pelo, nariz, orejas) que resultaban en descamación (caspa, restos de piel seca). Esto era otro síntoma.

Dolores de cabeza frecuentes, los gelocatiles e ibuprofenos volaban. Esto es otro síntoma.

Dolores de rodilla constantes, por la parte lateral exterior. Éste era otro síntoma.

Y si sigo pensando, seguro que soy capaz de encontrar múltiples síntomas. ¿Y por qué? ¿Qué cambié en este periodo de tiempo para decir adiós a estos síntomas? Pues la alimentación y el estilo de vida.

Yo era un sugar-burner. Un quemador de azúcar e hidratos. Esto, para una persona con mi genética, es directamente nefasto. Comer azúcares añadidos y harinas provoca rápidos aumentos de glucosa en sangre. En ese momento, el páncreas debe segregar insulina para contrarrestar estos aumentos. Como consecuencia, el cuerpo pasa a quemar principalmente azúcar en lugar de grasas. Como he comentado, voy a intentar no repasar estos temas ya que la literatura al respecto es muy amplia, y os puedo hacer llegar enlaces o estudios científicos. Solo tenéis que pedírmelos. En resumen, si comes comida real notarás una mejora general, incluso en alimentos con como la fruta con fructosa, cuyo impacto se minimiza por el efecto de la matriz alimentaria. Es por esto que no es lo mismo comerse una naranja que beberse un zumo. Pero hay otros beneficios de dicha matriz como son las sinergias entre componentes. Algo imposible de lograr con alimentos industriales, por más que se añadan compuestos aislados y se venda sus incontables beneficios para tu salud y su bolsillo.

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Estudiar esto me llevó al concepto del síndrome metabólico. Este concepto ha sido incluso reconocido por la OMS/WHO (ya se puede considerar evidencia) y lo sufren, en mayor o menor medida, gran parte de la población. El síndrome metabólico es un grupo de condiciones que te ponen en riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2. Estas condiciones son:

  • Hipertensión arterial.
  • Glucosa alta en la sangre.
  • Niveles sanguíneos elevados de triglicéridos, un tipo de grasas.
  • Bajos niveles sanguíneos de HDL.
  • Exceso de grasa alrededor de la cintura.

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Otros conceptos iban apareciendo delante de mí: resistencia a la insulina, dieta evolutiva o paleo, Ancel Keys, falsos mitos en nutrición, comida real y procesada, porcentajes de consumo de grasas, dietas para enfermedades autoinmunes… Podría llenar páginas a base de conceptos.

Así que decidí pasar a la acción y aplicar todo lo que aprendí en aquel entonces, realizando cambios notables en mi estilo de vida. ¿Qué cambios realicé? Pues los explico en la próxima entrada.

Metabolevo. Origen. Parte III.

thought-2123970_960_720Siempre he tenido una gran fuerza de voluntad. Hasta cuando era un niño obeso, pero aún no lo sabía. Por eso sé que si me propongo algo y le veo sentido, lo consigo. Estuve a punto de dejar la carrera por desmotivación. No fue hasta que no vi que era imposible conseguirlo que lo conseguí. Así funciona mi mente, a base de imposibles. Soy un reto-lover.

Cuando has estado toda tu vida peleando contra algo y vences, sientes la necesidad de explicarle a toda la gente que está en la misma situación que tú qué es lo que pueden hacer. Es parte de mi naturaleza el colaborar con quien lo necesite. Ese es el origen de Metabolevo. Metabolé, del griego, cambio. Evo, del latín aevum, que significa periodo de tiempo, edad, eternidad. Metabolevo es el periodo de tiempo para el cambio, y ese momento es ahora. Es la edad para el cambio y puede ser para toda la eternidad.

Antes de seguir, una aclaración: no pretendo crear un blog de alimentación, de esos hay muchos y muy buenos. No soy Dietista Nutricionista ni lo pretendo. Dicho esto, y en la línea de introducción, comentar que a veces es bueno mirar atrás. Si es bueno para la dieta, por qué no ha de serlo para otras áreas. En este caso, fue Aristóteles el que dijo lo siguiente sobre el Metabolé:

Para que se produzca el cambio, el paso de la potencia al acto, es necesario que haya alguna razón; a estas razones las llama causas, La causa o principio radical de cada cosa es su propia naturaleza y a ello hay que atenerse. Establece pues, cuatro causas:
1.La causa material (Ej: el bronce de la estatua)
2.La causa formal (Ej: la forma de la estatua)
3.La causa motriz o eficiente (Ej: el escultor)
4.La causa final (Ej: adornar un templo)

Establece una bonita comparativa: el fin al que tiende la semilla es la forma de la planta.

¿Y cuál es el fin del ser humano? ¿Cuál es mi fin? ¿Estoy listo para el cambio? Vivimos un momento de cambio apasionante. En los próximos años, vamos a dejar de conducir. Vamos a mantener conversaciones con máquinas sin saber si son humanos (Test de Turing) y luchar duro para defender que podemos diferenciarnos de una máquina y hacer mejor nuestro trabajo.

En este entorno de cambio constante de nuestro entorno, quizás sea el momento de tomar las riendas de nuestra vida y promover el cambio interno, para posteriormente estar mejor adaptados al cambio externo. Pero como dijo Aristóteles, es importante buscar las razones a dicho cambio. Nadie cambia si no ve un sentido. ¿A qué me refiero?

Como ya he explicado, siempre he tenido problemas para controlar mi peso. En mayor o menor medida, iba acumulando y soltando kilos en periodos relativamente cortos de tiempo. Durante una fase descubrí que incrementando mucho la actividad física (running + fitness) y comiendo sano (o eso pensaba) era posible mantener un buen tono físico (en mi caso 72-74 kilos). Recuerdo épocas haciendo deporte durante 90 días seguidos. Es imposible ganar esa batalla a largo plazo.

¿Y dónde estaba la respuesta? En los estudios científicos. Los estudios científicos te acercan al futuro. Desde que se descubre algo hasta que se implementa en las guías médicas y manuales pasan años. Es como mirar las estrellas, la luz que vemos se emitió hace millones de años. ¿Por qué esperar tanto tiempo? Hay estudios científicos de todo tipo, con mayor o menor evidencia. Observacionales, clínicos, metaánalisis… Esto realmente empodera. Decidir por ti mismo si puedes incorporar algo a tu vida con años de antelación a que lo haga el resto de la población. Ok, tiene un riesgo, pero es lo que tienes que evaluar.

Vi que las grasas no eran tan malas. Vi que la pirámide de alimentación recomendada podía ser mejorada. Entendí lo que es el síndrome metabólico. ¿Es posible perder peso comiendo más? Pues sí… cosas del metabolismo basal. Y vi muchas otras cosas. Debo haber devorado unos 500 o más estudios científicos. Y los que tengo pendientes de devorar. Y no engordo…

Y no solo eso, encontré un motivo para el cambio. Y no era estar más delgado, era encontrar una filosofía de vida que va más allá del físico.  Buscar el grado máximo de salud en base a mis propias fuentes y medios y extraer mis propias conclusiones. Crecer desde dentro hacia afuera.

¿Y qué es lo que pasó? Pues la respuesta en la siguiente entrada.

LOS PROBLEMAS DE SOBREPESO DE LA POBLACIÓN ESTADOUNIDENSE, CAUSAS Y CONSECUENCIAS.

Debido a mi trabajo paso bastante tiempo al año en los Estados Unidos. Casi unos dos meses. Y por suerte en diferentes estados y localizaciones. En los últimos años, conforme iba aprendiendo más sobre nutrición y dietética (modestamente, me queda un mundo por aprender), he podido tomar conciencia sobre el estado actual de la alimentación del americano medio, tras hablar con ellos, aprender de sus costumbres e integrarme en sus hábitos.

Voy a intentar hacer un repaso a lo que considero es el estado actual, analizar la causa raíz del problema y proponer alguna solución al respecto.

  • Inflamación / Obesidad.

Depende en gran medida del estado o ciudad, pero en promedio es fácil ver que la población estadounidense tiene un problema de inflamación de bajo grado que deriva en obesidad. El otro día estaba en una sala con 10 personas y era la única que no tenía síntomas de inflamación de bajo grado, algún tipo de sobrepeso u obesidad. No es lo mismo pasear por Los Ángeles que por un pueblo de Utah o Lousiana, ni por unos barrios que otros, pero hay parámetros que se repiten.

Para mí uno de los problemas es que dicha obesidad está aceptada. No quiero decir que se haya de demonizar, ni mucho menos, pero tienen aceptado que cierto grado de obesidad es normal. De hecho les llega a sorprender que muchos europeos no estamos gordos. Se ha normalizado el estado de obesidad, y ciertamente es lógico ya que como digo mucha gente presenta problemas de sobrepeso. Y si, digo problemas.

Según datos del CDC estadounidense (Centers for Disease and Control Prevention), más de un tercio de los adultos (36,5%) tiene obesidad. Y yo añado, si contamos algunos otros síntomas de inflamación de bajo grado y daño metabólico, el porcentaje aumenta y mucho. CDC también comenta que dicha obesidad está relacionada con diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrales y algunos tipos de cáncer que pueden derivar, todos estos síntomas, a incrementar el riesgo de muerte. Lo dice el CDC de USA. El problema, pandémico, parece claramente identificado.

Además añaden, como comentaba, que va a depender del estrato social, ingresos, incluso región. Y aportan algunos mapas muy interesante (enlace, enlace)

Por tanto tenemos que la obesidad afecta a una parte muy importante de la población estadounidense, y que determinadas razas y estratos sociales tienen una mayor prevalencia. Por otra parte, según el CDC hay una relación directa entre obesidad y determinadas “enfermedades de la civilización” como son diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer, accidentes cerebrales y cardiovasculares que pueden incluso conducir a la muerte. Esto provoca un sobrecoste sobre los sistemas de salud (privados en su mayoría) de 147 mil millones de dólares en 2008, cuando la prevalencia era menor.

Al ser principalmente el estilo de vida el causante de la obesidad y el síndrome metabólico, podríamos concluir que aplicando mejoras en dicho estilo de vida (principalmente dieta y ejercicio) sería posible evitar problemas crecientes que afectan a la calidad de vida y provocan un coste elevado a los sistemas sanitarios públicos y privados, como son diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrales y algunos tipos de cáncer.

  • Relación entre comida basura, obesidad y enfermedades:

Os sugiero, como hice en su día, relacionar estos mapas de obesidad con los mapas de prevalencia de algunas de las enfermedades que comenta el CDC y que he expuesto con anterioridad (enlace)

He vuelto a profundizaren este ejercicio y os expongo algunos resultados ciertamente curiosos. Este sería el mapa de distribución de obesidad en USA según el CDC, como he comentado anteriormente:

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Ahora vamos a relacionar esto con algunas de las enfermedades comentadas por el CDC como consecuencia de la obesidad:

Parece que algo de relación se puede establecer.

Ahora vamos a relacionarlo con las áreas de mayor exposición y acceso a comida basura:

Distribución de restaurantes Subway:

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McDonald’s

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Burger King:

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Domino’s

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Y así hasta 15 cadenas de comida rápida (enlace)

Me permite la licencia de relacionar obesidad con acceso a comida rápida. Y la industria lo sabe, e invierte en estas regiones. Solo hay que explotar un poco la información. Y seguramente se retroalimente: mayor demanda de comida rápida, oferta se incrementa y supera a demanda, demanda crece al haber más oferta y acceso a comida basura, y así sucesivamente.

  • Disponibilidad de comida basura y exposición mediática.

Relacionado con lo comentado anteriormente, otro punto que me gustaría destacar es la enorme disponibilidad y el acceso a la comida basura que tienen los estadounidenses.

La mayoría de ciudades y pueblos de USA están diseñados para acceder en coche (reducción por tanto de la movilidad). Y los malls o centros comerciales, grandes islas con tiendas enormes y zona intermedia de parking, están siempre rodeadas a pie de carretera con restaurantes de comida rápida con enormes y llamativos luminosos carteles que invitan a entrar a consumir sus productos.

La oferta es enorme, y esto se repite a lo largo de los diferentes estados.

Si hay un país en el que la industria del marketing mueve millones y millones ese es USA. La exposición del público estadounidense a impactos publicitarios es enorme. Ayer, en prime time, haciendo zapping pude saltar hasta 11 canales de publicidad en publicidad, simplemente subiendo de canal. Como podéis imaginar, los productos anunciados no eran especialmente saludables. Y en la carta de ensaladas y comida saludable, que es posible encontrar en muchos restaurantes, siempre aparece anunciada a todo color Coca-Cola Diet.

En los supermercados, las islas de comida sana son pequeñas y alejadas. Lo primero que encuentras, caramelos, bebidas, chocolatinas, cereales, etc.

  • Otras causas de la tasa de obesidad en USA.

Otras causas que he podido identificar, y que tampoco creo que requieran demasiada explicación, son la elevada tasa de consumo de bebidas como Mountain Dew, Coca-Cola, Pepsi, y un extenso catálogo. De nuevo, en una mesa de 9 o 10 personas, es fácil que solo 1 beba agua.

El uso masivo de salsas tampoco ayuda. Voy a comer ensalada, me dicen. Ok, pero no le eches tanta salsa… no pueden evitarlo.

Las raciones también he comprobado que son enormes. Es muy común llevarse las sobras a casa, pero es que ni ellos pueden acabarse semejantes raciones.

La tasa de actividad me ha parecido siempre muy baja. Las ciudades no están diseñadas para caminar. Semáforos mal coordinados, y centros comerciales alejados de los núcleos urbanos. No siempre, pero en muchos casos. Es común estar más tiempo parado en un semáforo que caminando. Además, su cultura promueve el uso del vehículo, y grandes áreas del país están diseñadas para ello.

Por último, me gustaría destacar que el precio de la comida saludable supera con mucho al de la comida basura y procesada. Es por esto que hay una relación directa entre ingresos y obesidad, amén de otros posibles aspectos culturales con respecto a la nutrición.

Seguro que hay otras muchas causas, pero en base a mi experiencia reciente me ha parecido correcto destacar estos. En futuras entradas del blog me gustaría destacar las posibles mejoras que se podrían aplicar para corregir esta tendencia que afecta a tantos estadounidenses y que provoca problemas en su calidad de vida.

Metabolevo. Origen. Parte II.

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La nutrición es una ciencia joven. Mucho de lo que hoy se sabe era completamente desconocido hace apenas 20 años, cuando empezó mi camino que me ha traído hoy hasta aquí. Por ejemplo, la hormona leptina, clave para la inhibición del apetito (saciedad), no fue descubierta hasta 1994. La hormona grelina, relacionada con el apetito, se descubrió con posterioridad.

No voy a hacer un recorrido por la historia de la nutrición, ya que otros ya lo han hecho. Hoy se sabe que la recomendación de una dieta basada en pan, pasta, cereales, etc. no es lo más recomendable. Para mí seguro que no. Para la industria alimentaria es posible que sí.

Yo no soy dietista nutricionista. Soy autodidacta. Me gustaría serlo, y quizás en un futuro estudie la carrera, pero de momento prefiero seguir formándome por mi cuenta en lo que me interesa. No estoy seguro que lo que se enseñe en la carrera me satisfaga. Hoy en día hay muchas maneras de encontrar información. Internet es una gran biblioteca en la que navegar y aprender. El que no aprende hoy en día es porque no quiere. Y hay mucha gente que comparte su conocimiento generosamente (enlace). En los últimos 9 meses he leído cientos de estudios científicos, he aprendido de nutrigenómica, de genes ahorradores, de fenotipos, de vitaminas, de saciedad, de grasas saludables… pero lo mejor es lo que me queda por aprender, todo.

Mi relación con la alimentación es de amor-odio. Cuando todo lo que comes te engorda, cuando ves que casi no comes y engordas, cuando ves que vas a tener que pelear contra la comida toda la vida, esa relación se vuelve muy intensa. Es una atracción fatal. Siempre me he visto en el futuro obeso y con problemas de movilidad. Es lógico. Es mi genética y no puedo hacer nada. ¿Seguro? Ahora sé que no es así.

Durante el año 2016 noté que iba ganando peso. Siempre he hecho mucho deporte, incluso obeso, pero nada parecía funcionar. Alcancé mi tope en las navidades, con casi 84 kgs de peso, que si bien lejos de aquella obesidad pueril, me colocaba en valores de sobrepeso. Por suerte no abdominal, y con un buen nivel muscular, pero sobrepeso. Y eso no puede ser. O eso dice mi mente.

Aprovechando las vacaciones de navidad, decidí investigar y buscar la causa raíz a mi problema. ¿Y qué encontré? La verdad. Una verdad reveladora, una luz que me cegaba. Es fácil de entender cuando has estado buscando respuestas durante 20 años. De repente lo ves ahí, delante de tus ojos, y dices: Esto es! Y esto era, así que tocaba ponerlo en práctica.

Excepto algunos tristes problemas congénitos de nacimiento, la mayoría de la población nacemos atletas. El problema es que no ejercemos un desarrollo adecuado de nuestras capacidades. Es por eso que me atrae la antropología y el estudio de las formas de vida prehistóricas e incluso de tribus que no han sido occidentalizadas. No hay casos de obesidad, tienen mejores dentaduras, cuerpos atléticos…

Me resulta curioso y quisiera compartir el caso del Dr. Winston Price (1870-1948). Durante 10 años, el Dr. Price viajó a lugares remotos en el mundo para estudiar la salud de poblaciones que no habían sido afectadas todavía por la civilización occidental. El objetivo de sus investigaciones se centró en tratar de averiguar los factores responsables de una buena salud dental. Sus estudios revelaron que la caries dental y la deformación de los arcos dentales (que resultaban en dientes torcidos y amontonados), eran el resultado de deficiencias nutricionales y no de defectos genéticos heredados. Los elementos comunes que el Dr. Price encontró entre estos grupos nativos que se alimentaban de dietas tradicionales propias del lugar fueron: dientes parejos y hermosos, ausencia de caries, apariencia física atractiva, resistencia a enfermedades y buen temperamento.

Cuando el Dr. Price analizó los alimentos usados por estos grupos aislados encontró que, en comparación con la dieta americana de su época, éstos contenían al menos cuatro veces más vitaminas hidrosolubles, calcio y otros minerales; y, al menos, DIEZ veces más vitaminas liposolubles de origen animal, las que se encuentran en productos como mantequilla, huevos, mariscos, carne de órganos y grasa animal.

Verduras, frutas, carne de órganos, grasa animal saludable, marisco y huevos. Fácil, ¿no? Esta era probablemente la base de la alimentación de las civilizaciones primitivas, junto con algunas raíces. Por tanto, podemos añadir arroz, patata, yuca… Nos puede quedar algo muy equilibrado, pensé. Y por qué comer galletas, cereales, pan, harinas, azúcar… No tiene sentido evolutivo (enlace).

¿Qué le darías a un hipopótamo, cocodrilo o papagayo si tuvieras que alimentarlo? Lo que come en la naturaleza. ¿Y por qué das a tu hijo galletas para bebé, helados, dulces y otras porquerías? ¿Y por qué las comes tú? ¿Qué comeríamos en naturaleza con libre acceso a la comida?

Esto se sabe desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Pero no se aplicó por diversos motivos. También se ha escrito mucho sobre el tema, pero podríamos resumirlo en ciertos intereses de la industria. Es más eficiente fabricar algo envasado con ingredientes baratos y que caduque al año de fabricarlo. No habría supermercados, hay muchos intereses implicados. Sino que se lo pregunten a Ancel Keys… (enlace)

En el mundo oriental, y en las zonas tropicales en que el Aceite de Coco (saturado en un +/-85%) predomina en las dietas, las tasas de mortalidad por ataques al corazón son, simplemente, inexistentes. ¿No es alucinante? Esto no sale en la prensa ni en los diarios, y esa información está ahí. No sale en guías médicas. Y tardará un tiempo en salir. ¿Por qué esperar?

La dieta, para mí, es solo una parte del todo. Por eso nace este blog, para ponerlo todo en perspectiva. Pero de eso hablaremos en otra píldora más adelante.

 

Metabolevo. Origen. Parte I.

Metabolevo. ¿Por qué Metabolevo? Empezaré por el principio.

Parte I:

Año 1996. Yo era un adolescente obeso. Desde que tengo uso de razón, fui un niño gordo tirando a obeso. Pero desde que empecé el instituto, allá por 1992, no había dejado de engordar exponencialmente. Para que os hagáis una idea, con 1.78 m de altura, pesaba más de 120 kgs. Digo más, porque la báscula “solo” llegaba hasta 120 kgs. Ver desaparecer la aguja a la derecha de una báscula que marca 120 kgs. no es el mejor de los entornos para crecer como adolescente. Calculo que llegué a pesar más de 130 kgs con 17 años y medio.

Mis hábitos alimentarios eran nefastos, incluyendo todo tipo de fritos, harinas, azúcares refinados, productos procesados, etc. Y prácticamente reduciendo a cero el consumo de frutas y verduras. Esto es así, pero en aquel momento era incapaz de verlo.

Con ese nivel de sobrepeso y esa edad, eres invisible. Es curioso, cuanto más ocupas, más invisible te vuelves. Y vas enterrando tu frustración y problemas en kilos y kilos de comida insana, que no hacen sino agravar el problema.

Comprar ropa es un suplicio. No es que nada te quede bien, es que es como comprobar lo que eres y en lo que te has convertido. No tienes ganas de arreglarte, de salir, de pasarlo bien. Esto afectaba en gran medida a mis relaciones sociales. En una época de comenzar a divertirse, salir, ligar, eso se vuelve impensable, como una muralla de varios kilómetros de altura que hay que escalar a mano. Y también afectaba a mi rendimiento académico, históricamente impecable, hasta el punto de repetir COU, el curso de orientación universitaria. Supongo que no era el tipo de orientación que necesitaba en ese momento.

Y me fue genial. No tenía ninguna intención de aprobar en septiembre. Sentí algo por dentro muy fuerte. Era el momento del cambio. De demostrar a todo el mundo que puedes hacer lo que quieres, que vales. Y en este caso, esa rebeldía solo podía demostrarse haciendo aquello que era imposible. Adelgazar.

La gente piensa que los obesos o personas con sobrepeso son vagos. No es así. Es la propia obesidad o sobrepeso la que provoca esa apatía. Es una gruesa cadena que hay que romper. La universidad de UCLA demostró en 2014 mediante un estudio en ratas que el consumo de comida considerada basura (la base de mi dieta por aquel entonces) hace que las ratas se vuelvan más vagas y apáticas.

http://newsroom.ucla.edu/releases/does-a-junk-food-diet-make-you-lazy-ucla-psychology-study-offers-answer

Y como el movimiento se demuestra andando, pues decidí llenar ese vacío existencial, social, académico y psicológico encerrándome en una biblioteca (yo fui a EGB) y devorando toda la información que encontré sobre nutrición y dietética. Por desgracia, la información y la pirámide alimentaria vigentes por aquella época eran erróneas, a la luz de lo que la ciencia ha demostrado en estos 20 años.

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Pero parece ser mejor comer mal que fatal, así que funcionó. Recuerdo desayunos de leche desnatada con Kellog’s (por garantizar el aporte vitamínico básico). Comidas y cenas ligeras de lechuga con algo a la plancha, y de postre melón. Mucho melón. Kilos y Kilos de melón. Y periodos de hambre atroz, especialmente a la noche, que solucionaba yéndome a dormir. Por lo que dormía 10-11 horas cada día.

También procuré aumentar la actividad física mediante la realización, primero, de ejercicios con pesas ligeras que luego, cuando mejoró mi movilidad, combiné con ejercicios de mayor peso y movimiento, como correr, caminar rápido, etc. No he realizado tanto deporte y actividad física como en aquella época, que curiosamente coincidía con la menor ingesta de calorías de mi vida.

Si lo hiciera ahora lo haría diferente. Lo que es incuestionable es que funcionó. Desde mayo del 96 a finales de septiembre logré perder algo más de 45 kgs. que al final del periodo fueron más de 60 kgs. Unos 10 kgs por mes, sintiéndome bien en todo momento.

Mi contacto con la gente durante este periodo fue bastante escaso, prácticamente de reclusión. Al volver en octubre a ver a amigos, el impacto fue brutal. Unos preguntaban si era yo, otros si había estado enfermo…

Pensaba que había ganado una guerra, pero simplemente era la primera batalla… (continuará).